Al ritmo de música andina y poesía, se presentó el libro, «La Chakana del Corazonar: Desde las espiritualidades y las sabidurías insurgentes de Abya Yala» de autoría del catedrático Patricio Guerrero. Al evento asistieron estudiantes de la carrera de Antropología En Línea, profesores y público en general en la sede Quito.
Cada artículo del texto se teje desde la fuerza poética de la palabra sabia de mamas y taitas que transitan por el sendero de los yachaks; camina por la rueda medicinal de los cuatro vientos y, como una forma de poetizar la teoría, conversa con la sabiduría y espiritualidad que habita en testimonios, poemas, canciones, relatos, que aportan al despertar de la conciencia. El «corazonar» es una respuesta espiritual y política para la sanación de la existencia.
En palabras de bienvenida, Rubén Bravo, director de la carrera de Antropología, resaltó la importancia de esta a producción bibliográfica. «El autor dialoga con la sabiduría de los pueblos ancestrales andinos, en este caso con el pueblo Kitu Kara, del cual recoge su espiritualidad, sabiduría y cultura para plasmar esa voz en el espacio académico. El corazonar se orienta a romper los límites de la razón y rescatar las emociones», manifestó.
«El corazonar se sustenta en la dimensión simbólica y la fuerza espiritual de la chakana del mundo andino, considerada como un puente, ordenador cósmico y uno de los referentes sagrados más importantes de la espiritualidad de los andes», expresó el autor. Por su parte, Ariruma Kowi, investigador de la Universidad Andina Simón Bolívar, mencionó que el texto busca devolver la particularidad a los pueblos. «La historia niega esa originalidad y se copia a occidente aquello que produce. El texto nos invita a estar conectados con las distintas formas de corazonar, así como a descubrir y redescubrir otras formas para construir una sociedad de respecto y coexistencia», dijo.
El cierre musical de este acto académico la realizó el grupo Tuwamari, con el tema Jaguay, un canto de poder que se entona en los andes para agradecer por las cosechas y para que camine la palabra desde el corazón.